El seminario permanente del CIESAS: Escuela, Indígenas y Etnicidad. Semblanza a más de veinte años de su fundación

Erica González Apodaca

CIESAS Pacífico Sur

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En los tempranos noventa, quienes incursionamos en la investigación educativa de la diversidad cultural y los pueblos indígenas de México, encontramos en el seminario permanente Escuela, Indígenas y Etnicidad del ciesas (seie) un espacio de interlocución, actualización académica y debate crítico, que hizo crecer de manera creativa y prolífica, las ideas, proyectos y perspectivas de un campo emergente.

Como un espacio plural donde confluyeron voces diversas, desde la investigación social, la intervención institucional, el activismo social y las luchas étnicas, en más de veinte años de existencia el seie aportó las bases organizacionales y conceptuales de un importante nicho de investigación, además de un espacio fuertemente nutricio de intercambio académico y político; también fue un laboratorio multiactoral e interdisciplinario, de colaboración e innovación metodológica y de posicionamientos éticos y políticos. Entre sus mayores virtudes destaca que no sólo se desarrollaron y profundizaron las ideas y conocimientos, también se fortalecieron las relaciones y afectos entre las personas; esto último como la huella indiscutible de sus fundadoras.

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La fundación del seie

El seie nació en 1996 por iniciativa de María Bertely y María Eugenia Vargas, investigadoras de la línea de especialización en Antropología e Historia de la Educación, en la Unidad Distrito Federal (hoy Ciudad de México). Convocó a investigadores educativos de diversas instituciones, entre los que figuraron Rossana Podestá, Elsie Rockwell, Nuria Torres, Patricia Medina, Cecilia Graves, Engracia Loyo, Alexis López, Carlos Escalante, Beatriz Calvo, Víctor Franco y Luz Elena Galván; durante toda su primera etapa, se dieron cita mensualmente en las instalaciones del ciesas para compartir investigaciones multidisciplinarias cuyo objeto enfocaba realidades y procesos educativos en múltiples escenarios de diversidad étnica y lingüística, tanto presentes como pasados, y desde distintas perspectivas teórico-metodológicas y andamiajes conceptuales. El debate fue llevando a la identificación de ejes analíticos, la formulación de nuevas preguntas, así como a la construcción de una plataforma conceptual común.

Se sumaron investigadores de nichos institucionales diversos: seie, buap, unam, uam, die, uia, UdeG, colmex, colmich; asimismo, se consolidó como un espacio inter-ciesas con la participación a distancia de académicos de las unidades Ciudad de México, Sureste, Pacífico Sur, Golfo, Noreste y Occidente. De este espacio se nutrieron muchos estudiantes de posgrado del ciesas y otras instituciones, posicionándose como un referente importante en la investigación educativa y sociocultural.

La composición multidisciplinaria del seie marcó su impronta en el campo de investigación, pues se fue configurando con la convergencia de perspectivas antropológicas, históricas, pedagógicas, sociolingüísticas y filosóficas de procesos educativos enmarcados en la diversidad cultural. Entre sus logros destaca haber enfrentado la tarea de construir gradualmente una mirada interdisciplinaria sobre un objeto tensamente fragmentado entre los acercamientos desde la política pública o las agencias sociales, el análisis diacrónico o sincrónico, la intervención o la investigación educativa.

Otro rasgo distintivo del seie sería su creciente constitución como red multiactoral donde, junto a estudiantes e investigadores de instituciones académicas muy diversas, participó también una heterogénea gama de actores e intereses: funcionarios de instituciones gubernamentales, docentes del magisterio bilingüe, organismos no gubernamentales, colectivos pedagógicos, autoridades comunitarias y activistas de organizaciones indígenas y campesinas. A lo largo de dos décadas, se consolidaron diálogos fructíferos con la Dirección General de Educación Indígena (dgei), la Coordinación General de Educación Intercultural y Bilingüe (cgeib), el Instituto Nacional de las Lenguas Indígenas (inali) y el Programa de Apoyo a Estudiantes Indígenas en Instituciones de Educación Superior (paeiies); con maestros bilingües de la Coalición de Maestros y Profesionistas Indígenas de Oaxaca (cmpio), profesionistas de la Universidad Intercultural de los Pueblos del Sur (unisur) y educadores mayas de la Unión de Maestros de la Nueva Educación para México (unem); con miembros de organizaciones indígenas urbanas y promotores de iniciativas pedagógicas vinculadas a movimientos sociales e indígenas en México, Brasil y Colombia, entre muchos otros ejemplos.

La interlocución con tal pluralidad de actores, además de ser producto de la difusión académica del seminario, también fue el resultado del esfuerzo sustantivo de María Bertely y de varios miembros permanentes comprometidos con desarrollar un quehacer académico vinculado a procesos y luchas sociales concretas, cuyas redes alimentaron esta diversidad. Fue una característica enriquecedora en muchos sentidos; al análisis teórico y conceptual, se sumó la reflexión colectiva sobre las relaciones de investigación y colaboración, las metodologías, los proyectos de intervención y sus dimensiones políticas y epistemológicas, así como la colaboración intercultural y sus asimetrías. El lugar común que dicta asumir la diversidad como recurso se problematizó en la perspectiva de sus posibilidades, retos y paradojas.

La perspectivas y posiciones políticas, a menudo divergentes, contradictorias o en tensión, fue una impronta del seminario en sus distintas etapas. María Bertely refirió sobre este proceso: “Estamos convencidos de que el seie ha modificado en alguna medida nuestros marcos de interpretación y, en consecuencia, hemos aprendido a reconocer la relatividad, las ambigüedades, los vacíos, las paradojas y las preguntas que caracterizan la producción de conocimiento en un campo donde existen acuerdos y divergencias” (2006: 15)

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Crecimiento y diversificación del campo de investigación

De origen, el Seminario se propuso el objetivo de constituir un espacio de análisis de perspectivas sociológicas, antropológicas, históricas y pedagógicas aplicadas al estudio de la educación, la diversidad cultural y lingüística y las políticas del Estado, como estrategia para construir los soportes teóricos y conceptuales de lo que se perfilaba como un campo de investigación emergente. Con este propósito, la dinámica de las primeras ediciones combinó conferencias académicas con presentaciones de reseñas críticas de textos clave, producidas por los miembros permanentes del seie, como insumos para el debate.

Se asumió una posición ético-política común, comprometida con la experiencia y el conocimiento local, desde la cual se reconocía la “urgente necesidad de documentar desde dentro —a partir de fuentes de primera mano como son los archivos históricos y las crónicas locales, los textos elaborados por los actores, las entrevistas, los registros etnográficos, y las historias de vida y familiares— los proyectos, las perspectivas y las voces de los actores” (Bertely, 2006: 16).

El enfoque en las perspectivas de los actores sociales inmersos en estructuras y marcos institucionales fortaleció una posición crítica de las representaciones institucionalizadas de los pueblos indígenas y campesinos, así como de los esencialismos reduccionistas de la diversidad.

Este énfasis amplió sustantivamente el campo en construcción. De sus ejes analíticos iniciales, definidos a través del debate —i) la relación de los pueblos indígenas con el Estado nacional, ii) la cultura y las identidades étnicas, y iii) la oralidad y escritura en grupos sociocultural y lingüísticamente distintos—, se perfilaron más adelante nuevos ejes que ampliarían con fuerza la constitución del campo: debates latinoamericanos sobre interculturalidad, interculturalismo y multiculturalismo; ciudadanía cultural y ciudadanía étnica; balances y tensiones entre equidad, pertinencia y autodeterminación en la educación indígena y la educación intercultural; usos sociales y apropiaciones de la profesionalización, la escolarización y el saber escolar en proyectos locales y étnicos; dimensiones socioculturales del aprendizaje; políticas lingüísticas, formación docente y relación entre lengua y cultura; infancias y juventudes indígenas; estudiantes indígenas en escuelas urbanas, y pedagogías desde los movimientos sociales y de defensa del territorio, entre varios otros.

Bajo la coordinación de María Bertely, la edición del libro Historias, saberes indígenas y nuevas etnicidades en la escuela en 2006, concretó las líneas centrales en la reflexión sostenida dentro del Seminario durante su primera década.[1] Gunther Dietz, redactor del prólogo, destacó su aporte a los estudios antropológicos, pedagógicos, sociológicos, lingüísticos e historiográficos de la educación indígena, y la relevancia de sus estudios de caso, ante la escasez de trabajos teóricos y empíricos en el campo de intervención de las políticas de educación indígena y del entonces emergente paradigma intercultural; Dietz también señaló el estrecho vínculo conceptual entre la obra y la primera formalización del campo de Educación y Diversidad Cultural en México dentro de la segunda edición de los Estados de Conocimiento (1992-2002) que auspició el Consejo Mexicano de Investigación Educativa, cuya coordinación asumió la misma María Bertely.[2]

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El estado de conocimiento multiculturalismo y educación 2002-2012

Casi al concluir la década que trajo la institucionalización de una política de interculturalidad bajo la coordinación de la Coordinación General de Educación Intercultural Bilingüe (cgeib-sep), el Seminario abrió una nueva edición 2009-2012 coordinada por María Bertely, Rossana Podestá y Elizabeth Martínez Buenabad. Se propuso el objetivo de generar aportes concretos al diseño de las políticas públicas, a partir de los debates conceptuales y el análisis de casos en los años previos.

Para entonces el Seminario se había nutrido de trabajos desarrollados por la antropología educativa, la antropología política procesualista, la psicología social y la sociolingüística, la filosofía de la cultura y los estudios culturales, así como del permanente diálogo con la historia; desde marcos metodológicos como la etnografía, el análisis del discurso, la investigación-acción, la hermenéutica, el análisis biográfico, las genealogías políticas y los estudios de redes. Las redes del Seminario cubrían una vasta gama de temas de estudio abordados desde prácticamente la totalidad de las ciencias sociales y humanidades.

Conceptualmente se había avanzado sustantivamente en identificar el objeto y las distancias conceptuales de la cultura y la identidad, y los aportes de categorías como apropiación, asimilación, transferencia y significación a la comprensión situada e histórica de la diversidad, los procesos étnicos y la escolarización. Por otra parte, conceptos como vitalidad, conservación, convergencia y transferencia lingüística daban cuenta del dinamismo de lenguas y culturas y de los límites de visiones antagónicas y esencialistas.

Nuevamente, la maduración académica del Seminario se reflejó en un producto colectivo de gran importancia elaborado por sus miembros permanentes: el Estado de Conocimiento del área Multiculturalismo y Educación en el balance 2002-2012 del Consejo Mexicano de Investigación Educativa.[3] Coordinado por María Bertely, Gunther Dietz y Guadalupe Díaz, este producto expresa claramente el peso del aporte del seie a la constitución del campo en el país; de los siete cuadernillos que comenzaron su formalización en el primer recuento de 1993,[4] en esta edición el mismo integró 14 subcampos de indagación y un total de 884 productos de investigación revisados.

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Formación de nuevos investigadores educativos

Pese a los límites de este recuento, debe señalarse que el desarrollo del seie no ha sido lineal, sino que atravesó fases de latencia y reactivación vinculadas tanto con las dinámicas personales y colectivas de sus integrantes como con los contextos institucionales, sociales y políticos que lo enmarcaron.

Fue así cuando en 2013-2014, una coyuntura especial resultó en la apropiación de este espacio por el Seminario Interinstitucional de Estudiantes de Posgrado, bajo la coordinación de Gisela Fregoso y Luis Vásquez León. En este lapso el seie se abocó a la presentación y retroalimentación de investigaciones de maestría y doctorado en el campo de la Antropología y la Historia de la Educación, desarrollados por estudiantes de ciesas, uv, upn, UdeG y uia, entre otras.

El ejercicio permitió acercarse y retroalimentar una nueva generación de investigaciones educativas en proceso de maduración; además confirmó la vigencia del Seminario como espacio de formación e interlocución académica para jóvenes investigadores del campo.

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Hacia una perspectiva continental y comparada

La última etapa del Seminario arrancó en 2018, con el doble reto de transitar de su cobertura nacional a una perspectiva comparada con otras realidades desde el sur y fortalecer las redes con investigadores latinoamericanos y brasileños. Para ello se estableció una coordinación colectiva con María Bertely, Velia Torres y Erica Apodaca en México, Elizabeth Castillo en Colombia y Maxim Repetto en Brasil, así como una dinámica de sedes rotativas y sesiones focales transmitidas por videoconferencia entre la Universidad del Cauca, la Universidad Federal de Roraima y las unidades del ciesas.

La edición titulada Interculturalidad y luchas por la educación en América Latina: balances críticos y escenarios emergente se fundamentó en una lectura hecha a más de tres décadas de políticas de reconocimiento, multiculturalismo neoliberal, movimientos sociales y agendas heterogéneas de interculturalidad, desde la cual se consideró necesario ponderar los antiguos y nuevos escenarios de las luchas por la educación a nivel continental y los balances del item de lo intercultural. Se propuso entonces desarrollar un análisis teóricamente informado del campo político, cultural y epistémico de la educación, las luchas pedagógico-políticas y la interculturalidad en su devenir histórico y bajo una mirada comparativa entre Colombia, Brasil y México.

Tras un año de trabajo en esta nueva fase programática, la inesperada partida de su fundadora y coordinadora histórica, la Dra. María Bertely Busquets, amiga e interlocutora de muchos de sus integrantes, le ha impuesto una fase de latencia, necesaria para honrar y madurar los aprendizajes que este espacio nos brindó como seres humanos.    

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Colofón

Es difícil agotar en esta breve semblanza el devenir y los aportes de un seminario que a lo largo de más de veinte años impactó de manera importante un campo de investigación educativa con creciente relevancia académica, social y política. El seie tuvo la virtud de renovar continuamente sus propios sentidos e interrogantes, y lo hizo en la lectura multidisciplinaria y teóricamente informada de los contextos contemporáneos y de sus tramas históricas; a la vez mantuvo una apuesta política y académica por la comprensión situada de los procesos socioeducativos, la cercanía con las perspectivas de los actores, sus historias, luchas y formas de agenciamiento frente a estructuras complejas de desigualdad. Sin duda, los cambiantes contextos, los nuevos debates interpretativos y las problemáticas emergentes, exigirán del Seminario un nuevo esfuerzo intelectual que habrá de afrontar en el futuro inmediato.  

Pero además —y no podemos dejarlo de lado— el Seminario fue un espacio construido por las personas que lo habitaron y sus relaciones; significativo en el ámbito de los afectos, las subjetividades y las luchas personales y colectivas. Compartir estas dimensiones vitales y no permitir que sean consumidas por el mercado académico, forma parte de los aprendizajes de este espacio y del legado de su coordinadora y amiga.

 


[1] Bertely, María (coord.), 2006, Historias, saberes indígenas y nuevas etnicidades en la escuela, Ciudad de México, ciesas (Ediciones de la Casa Chata).

[2] Bertely, María (coord.), 2003, Educación, derechos sociales y equidad, tomos I y II, México, Comie (La Investigación Educativa en México, 1992-2002).

[3] Bertely, María, Gunther Dietz, y Guadalupe Díaz Tepepa (coords.), 2013, Multiculturalismo y educación, Ciudad de México, Comie (La Investigación Educativa en México, 2002-2012).

[4] “La investigación educativa en los ochenta, perspectivas para los noventa”, Cuadernos de Estados de Conocimiento 19-25; Educación, sociedad, cultura y políticas educativas, 1993; 2º Congreso Nacional de Investigación Educativa (México), snte.